ArtículoTecnologías imprescindibles en el puesto de trabajo del futuro, 332.000 millones invertidos en ellas.
Tecnologías imprescindibles en el puesto de trabajo del futuro, 332.000 millones invertidos en ellas.
Hace unas semanas, Apple anunciaba que volvía a retrasar el retorno de sus equipos a las oficinas hasta, al menos, enero de 2022. Además, cuando regresen, lo harán de forma parcial, ya que está previsto que los trabajadores acudan a la central los lunes, martes y jueves y que trabajen en remoto los miércoles y los viernes, según la nota que ha enviado la directora de recursos humanos de la tecnológica, Deirdre O’Brien, al resto de los empleados. Con esta nueva fecha, la tecnológica se suma a una lista en la que ya figuraban nombres como Amazon, Facebook o Lyft, quienes también han pospuesto la vuelta hasta 2022. Así, en el mejor de los escenarios, sus trabajadores sumarán prácticamente dos años fuera de la central cuando sea el momento de volver. Una decisión que no acaba de convencer al profesor de IESE Guido Stein, quien aboga por recuperar las rutinas. “A mí no me gustaría que mi empresa me dijera que no hace falta que vuelva a la oficina, me parecería la crónica de una muerte anunciada. Al contrario, me gustaría que me pidieran que volviera cuanto antes, sea con el mix de teletrabajo que sea”, comenta.
Por el momento, en España se está funcionado con el método de ensayo y error: anunciando la vuelta, reculando cuando hay rebrotes, barajando diferentes porcentajes de trabajo en remoto… “Creo que esta mezcla se irá atemperando según vaya pasando la pandemia y, al final, volveremos más o menos a la situación de partida, dependiendo de la filosofía de cada empresa”, prosigue Stein.
Sivori, gerente del área de oficinas & retail de Colliers asegura que en España ya se está produciendo un progresivo regreso a las oficinas, así como un incremento en la demanda de espacios de trabajo, eso sí, con características que respondan a las nuevas necesidades de sus trabajadores: espacios seguros, diáfanos, con nuevas formas de trabajo, implementación de oficinas que permitan el trabajo híbrido, superficies flexibles y diseñadas para una modalidad de funcionamiento novedosa y atractiva para empleados y trabajadores.
Ante este nuevo paradigma, la inversión en tecnología relacionada con el teletrabajo va a llegar a 332.000 millones de dólares este año, según Gartner, un dato que facilitará el hecho de que las empresas vayan a ir retomando este año sus planes de expansión retrasados por la pandemia del COVID-19. En 2020, muchas empresas se vieron forzadas a retrasar o a hacer ajustes en sus planes de avanzar en digitalización, y tuvieron que centrarse en invertir en tecnología crítica, sobre todo por el cambio a entornos donde prima el teletrabajo.
Además, es posible que las empresas se vean obligadas a acelerar en sus planes de transformación digital al menos cinco años, hasta 2024. Sobre todo por el cambio que se vislumbra a largo plazo hacia el teletrabajo y a la adopción en aumento de herramientas digitales. Por eso, en 2021 la inversión en tecnología relacionada con el trabajo remoto subirá un 4,9%.
La previsión de algunos expertos señala que habrá mayores niveles de digitalización de procesos internos, cadena de suministro, interacciones entre clientes y partners y oferta de servicio en 2021, lo que permitirá a la tecnología pasar de ser un soporte del negocio a convertirse en el negocio.
Las organizaciones deben asegurarse de que cumplen con las tres C en el puesto de trabajo del futuro: Conectividad, Comunicación y Colaboración. Tecnologías como analítica, RPA, Machine Learning, Inteligencia Artificial y soporte de vídeo, ayudarán a las organizaciones a mejorar su productividad, eficiencia y satisfacción del cliente en el nuevo modelo de trabajo.
2020 se convirtió en el año de la gran migración profesional. Nunca antes se había visto una transformación del puesto de trabajo tan repentina y masiva: prácticamente de un día para otro se cerraron cientos de millones de oficinas, lo que provocó un incremento de cerca del 1.000% en la demanda de soluciones de videoconferencias y herramientas de colaboración. Esta transformación sacó a la luz las deficiencias en seguridad corporativa y en la continuidad de negocio de miles de organizaciones, pero también mostró que peticiones históricas que se consideraban beneficiosas, como el teletrabajo, no han resultado ser tan ventajosas como parecía.
En muchos casos, el problema más importante del trabajo remoto viene dado por la tecnología, que no responde a las necesidades que se han creado y que resuelve tarde las incidencias de los profesionales que trabajan desde casa, lo que provoca estrés, un aumento de las horas de trabajo y una reducción de la productividad. La adopción de tecnologías innovadoras, adaptables y flexibles es un aspecto crítico en el éxito para una transición hacia el trabajo en remoto. Por eso, se han identificado una serie de tecnologías, agrupadas en seis áreas, que son imprescindibles en el puesto de trabajo del futuro y que dan soporte a la transformación del puesto de trabajo desde el punto de vista físico, humano y digital:
Flexibilidad física. Los profesionales deben poder ejercer sus tareas desde cualquier lugar, lo que significa que el modelo operativo de la organización debe ser elástico. Gracias a la adopción de esta flexibilidad, se podrá mejorar la experiencia de usuario y la satisfacción de los clientes. El uso de herramientas de analítica puede ayudar a consolidar la fuerza de trabajo híbrida (equipos trabajando en casa o en la oficina), ya que se podrán adaptar más fácilmente a cualquier pico de demanda.
Autonomía integrada. Si se incorporan herramientas de automatización robótica de procesos, algoritmos de Machine Learning y tecnologías de Inteligencia Artificial, también en el backoffice, se podrá incrementar la productividad y garantizar la eficiencia del trabajo de los profesionales. Además, la organización podrá evaluar los comportamientos de los clientes más fácilmente y ayudarles a conseguir lo que buscan de manera autónoma.
Tecnología siempre conectada. Los canales digitales albergados en la nube garantizan que se mantengan los flujos de negocio. Y en el backoffice, el uso de herramientas de automatización, como el análisis de sentimiento o los principios de “justo a tiempo”, permite que se ofrezca al cliente un servicio sin fisuras y capacidades proactivas de resolución de incidencias. Una detección proactiva de cualquier incidencia puede incluso resolver los problemas de forma automatizada.
Conexión digital. La conectividad digital entre compañeros y con clientes facilita las interacciones y mejora la satisfacción del usuario. Soporte en vídeo, mensajería instantánea o chats de ayuda en entornos eficientes en coste aseguran la satisfacción de los clientes.
Colaboración. Los entornos de colaboración y sociales implican un aumento de la productividad. Si, además, el profesional puede colaborar desde donde quiera, se mejora también el equilibrio entre trabajo y vida privada.
Puesto de trabajo adaptativo. Trabajar desde casa con las tecnologías necesarias y con el soporte adecuado es mucho más beneficioso para todos. La oficina se debe utilizar como un espacio de colaboración real y adaptable para cada situación de negocio.
En definitiva, las organizaciones deben asegurarse de que cumplen con las tres C en el puesto de trabajo del futuro: Conectividad, Comunicación y Colaboración. Si el trabajo remoto no se lleva a cabo de manera correcta, está demostrado que productividad, eficiencia y cultura corporativa se resienten. Y si trabajar desde casa supone reducir la colaboración espontánea entre compañeros, el daño que puede causar a la organización en términos de ineficiencias operativas, pérdida en facturación o daño reputacional, puede ser insalvable.
Tecnologías imprescindibles en el puesto de trabajo del futuro, 332.000 millones invertidos en ellas.
Hace unas semanas, Apple anunciaba que volvía a retrasar el retorno de sus equipos a las oficinas hasta, al menos, enero de 2022. Además, cuando regresen, lo harán de forma parcial, ya que está previsto que los trabajadores acudan a la central los lunes, martes y jueves y que trabajen en remoto los miércoles y los viernes, según la nota que ha enviado la directora de recursos humanos de la tecnológica, Deirdre O’Brien, al resto de los empleados. Con esta nueva fecha, la tecnológica se suma a una lista en la que ya figuraban nombres como Amazon, Facebook o Lyft, quienes también han pospuesto la vuelta hasta 2022. Así, en el mejor de los escenarios, sus trabajadores sumarán prácticamente dos años fuera de la central cuando sea el momento de volver. Una decisión que no acaba de convencer al profesor de IESE Guido Stein, quien aboga por recuperar las rutinas. “A mí no me gustaría que mi empresa me dijera que no hace falta que vuelva a la oficina, me parecería la crónica de una muerte anunciada. Al contrario, me gustaría que me pidieran que volviera cuanto antes, sea con el mix de teletrabajo que sea”, comenta.
Por el momento, en España se está funcionado con el método de ensayo y error: anunciando la vuelta, reculando cuando hay rebrotes, barajando diferentes porcentajes de trabajo en remoto… “Creo que esta mezcla se irá atemperando según vaya pasando la pandemia y, al final, volveremos más o menos a la situación de partida, dependiendo de la filosofía de cada empresa”, prosigue Stein.
Sivori, gerente del área de oficinas & retail de Colliers asegura que en España ya se está produciendo un progresivo regreso a las oficinas, así como un incremento en la demanda de espacios de trabajo, eso sí, con características que respondan a las nuevas necesidades de sus trabajadores: espacios seguros, diáfanos, con nuevas formas de trabajo, implementación de oficinas que permitan el trabajo híbrido, superficies flexibles y diseñadas para una modalidad de funcionamiento novedosa y atractiva para empleados y trabajadores.
Ante este nuevo paradigma, la inversión en tecnología relacionada con el teletrabajo va a llegar a 332.000 millones de dólares este año, según Gartner, un dato que facilitará el hecho de que las empresas vayan a ir retomando este año sus planes de expansión retrasados por la pandemia del COVID-19. En 2020, muchas empresas se vieron forzadas a retrasar o a hacer ajustes en sus planes de avanzar en digitalización, y tuvieron que centrarse en invertir en tecnología crítica, sobre todo por el cambio a entornos donde prima el teletrabajo.
Además, es posible que las empresas se vean obligadas a acelerar en sus planes de transformación digital al menos cinco años, hasta 2024. Sobre todo por el cambio que se vislumbra a largo plazo hacia el teletrabajo y a la adopción en aumento de herramientas digitales. Por eso, en 2021 la inversión en tecnología relacionada con el trabajo remoto subirá un 4,9%.
La previsión de algunos expertos señala que habrá mayores niveles de digitalización de procesos internos, cadena de suministro, interacciones entre clientes y partners y oferta de servicio en 2021, lo que permitirá a la tecnología pasar de ser un soporte del negocio a convertirse en el negocio.
Las organizaciones deben asegurarse de que cumplen con las tres C en el puesto de trabajo del futuro: Conectividad, Comunicación y Colaboración. Tecnologías como analítica, RPA, Machine Learning, Inteligencia Artificial y soporte de vídeo, ayudarán a las organizaciones a mejorar su productividad, eficiencia y satisfacción del cliente en el nuevo modelo de trabajo.
2020 se convirtió en el año de la gran migración profesional. Nunca antes se había visto una transformación del puesto de trabajo tan repentina y masiva: prácticamente de un día para otro se cerraron cientos de millones de oficinas, lo que provocó un incremento de cerca del 1.000% en la demanda de soluciones de videoconferencias y herramientas de colaboración. Esta transformación sacó a la luz las deficiencias en seguridad corporativa y en la continuidad de negocio de miles de organizaciones, pero también mostró que peticiones históricas que se consideraban beneficiosas, como el teletrabajo, no han resultado ser tan ventajosas como parecía.
En muchos casos, el problema más importante del trabajo remoto viene dado por la tecnología, que no responde a las necesidades que se han creado y que resuelve tarde las incidencias de los profesionales que trabajan desde casa, lo que provoca estrés, un aumento de las horas de trabajo y una reducción de la productividad. La adopción de tecnologías innovadoras, adaptables y flexibles es un aspecto crítico en el éxito para una transición hacia el trabajo en remoto. Por eso, se han identificado una serie de tecnologías, agrupadas en seis áreas, que son imprescindibles en el puesto de trabajo del futuro y que dan soporte a la transformación del puesto de trabajo desde el punto de vista físico, humano y digital:
En definitiva, las organizaciones deben asegurarse de que cumplen con las tres C en el puesto de trabajo del futuro: Conectividad, Comunicación y Colaboración. Si el trabajo remoto no se lleva a cabo de manera correcta, está demostrado que productividad, eficiencia y cultura corporativa se resienten. Y si trabajar desde casa supone reducir la colaboración espontánea entre compañeros, el daño que puede causar a la organización en términos de ineficiencias operativas, pérdida en facturación o daño reputacional, puede ser insalvable.
Bibliografía:
https://www.itreseller.es/
https://www.muycomputerpro.com/
https://cincodias.elpais.com/
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