Es probable que el ordenador, la tableta o el teléfono en el que estás leyendo este artículo se haya fabricado mediante un proceso que ha generado residuos potencialmente dañinos, incluso tóxicos. La mayoría de estos materiales se suelen incinerar, lo que supone la emisión de incontables toneladas de gases contaminantes a la atmósfera. Nuestros proveedores, como es el caso de Steelcase, mediante su colaboración con BASF, reutiliza esos materiales desechados para fabricar mobiliario innovador y totalmente reciclable.
Según datos ofrecidos por la Unión Europea dentro de su Plan de Acción en Economía Circular, hasta el 80% del impacto ambiental que tendrá un producto se puede determinar en la fase de diseño. Fabricar productos más duraderos y que puedan ser reparados y reciclados fácilmente es uno de los principales objetivos para frenar la generación masiva de residuos y su impacto negativo en el entorno natural. La norma ISO 14006 es la garantía bajo la que gestionamos el diseño de nuestros productos y el desarrollo de estos con el fin de identificar, controlar y mejorar continuamente los impactos ambientales que puedan producirse en todas las fases de su ciclo de vida para tratar de minimizarlos.
Los residuos de la producción electrónica suponen un gran problema. Según el Organismo de Protección del Medio Ambiente, un hogar medio utiliza diariamente 28 aparatos electrónicos diferentes y genera unos 2,7 millones de toneladas de bienes de consumo electrónicos, solo en Estados Unidos. ¿Qué significa esto en términos de consumo de recursos? Según la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, la producción de un ordenador y un monitor requiere:
227 kg de combustibles fósiles.
23 kg de productos químicos.
1500 litros de agua.
Ahí es donde entra en acción la tecnología CCycling de BASF. Este método de reciclaje avanzado es uno de los primeros que permite que una parte de este flujo de residuos, procedente de la fabricación de productos electrónicos, tenga un fin productivo en lugar de destinarse a la incineración.
Sólo un indicador: Más de 1000 empresas de todo el mundo están liderando en la actualidad esfuerzos para lograr las emisiones cero de carbono ajustando los objetivos de reducción de emisiones a través de la iniciativa de objetivos basados en la ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés). Entre estos participantes, más de 450, incluido Steelcase, han avanzado hacia un nivel de desafío mayor: alinear sus reducciones de emisiones con el Acuerdo de París al nivel necesario para limitar el calentamiento global a 1,5ºC.
En el fondo, la sostenibilidad se centra en las personas. Consiste en crear y fomentar las condiciones económicas, medioambientales y sociales que permiten a las personas y comunidades alcanzar todo su potencial. Se trata de obtener bienestar a largo plazo en su sentido más estricto. La conexión inherente (algunos incluso dirían solapada) entre la sostenibilidad y el bienestar es evidente, como lo es el hilo conductor que pasa por ambos conceptos: las personas.
La importancia del ecodiseño
Es probable que el ordenador, la tableta o el teléfono en el que estás leyendo este artículo se haya fabricado mediante un proceso que ha generado residuos potencialmente dañinos, incluso tóxicos. La mayoría de estos materiales se suelen incinerar, lo que supone la emisión de incontables toneladas de gases contaminantes a la atmósfera. Nuestros proveedores, como es el caso de Steelcase, mediante su colaboración con BASF, reutiliza esos materiales desechados para fabricar mobiliario innovador y totalmente reciclable.
Según datos ofrecidos por la Unión Europea dentro de su Plan de Acción en Economía Circular, hasta el 80% del impacto ambiental que tendrá un producto se puede determinar en la fase de diseño. Fabricar productos más duraderos y que puedan ser reparados y reciclados fácilmente es uno de los principales objetivos para frenar la generación masiva de residuos y su impacto negativo en el entorno natural. La norma ISO 14006 es la garantía bajo la que gestionamos el diseño de nuestros productos y el desarrollo de estos con el fin de identificar, controlar y mejorar continuamente los impactos ambientales que puedan producirse en todas las fases de su ciclo de vida para tratar de minimizarlos.
Los residuos de la producción electrónica suponen un gran problema. Según el Organismo de Protección del Medio Ambiente, un hogar medio utiliza diariamente 28 aparatos electrónicos diferentes y genera unos 2,7 millones de toneladas de bienes de consumo electrónicos, solo en Estados Unidos. ¿Qué significa esto en términos de consumo de recursos? Según la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia, la producción de un ordenador y un monitor requiere:
Ahí es donde entra en acción la tecnología CCycling de BASF. Este método de reciclaje avanzado es uno de los primeros que permite que una parte de este flujo de residuos, procedente de la fabricación de productos electrónicos, tenga un fin productivo en lugar de destinarse a la incineración.
Sólo un indicador: Más de 1000 empresas de todo el mundo están liderando en la actualidad esfuerzos para lograr las emisiones cero de carbono ajustando los objetivos de reducción de emisiones a través de la iniciativa de objetivos basados en la ciencia (SBTi, por sus siglas en inglés). Entre estos participantes, más de 450, incluido Steelcase, han avanzado hacia un nivel de desafío mayor: alinear sus reducciones de emisiones con el Acuerdo de París al nivel necesario para limitar el calentamiento global a 1,5ºC.
En el fondo, la sostenibilidad se centra en las personas. Consiste en crear y fomentar las condiciones económicas, medioambientales y sociales que permiten a las personas y comunidades alcanzar todo su potencial. Se trata de obtener bienestar a largo plazo en su sentido más estricto. La conexión inherente (algunos incluso dirían solapada) entre la sostenibilidad y el bienestar es evidente, como lo es el hilo conductor que pasa por ambos conceptos: las personas.
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